Agenda Político Jurídica

Alejandro Corona Marquina

Nada más falso que la afirmación de que el Fiscal General, Uriel Carmona Gándara, cuenta con un amparo y por lo mismo no puede ser removido.

Una cosa es ingresar una demanda de amparo; otra que lo admitan; otra que concedan suspensión (provisional y definitiva) y otra muy distinta es que la Justicia de la Unión te ampare y proteja, como resultado de dicha acción.

La destitución de Uriel Carmona Gándara, sólo cuestión de que verdaderamente exista voluntad y compromiso por parte de los diputados de la LIV Legislatura, con la sociedad morelense, para así quitar a uno de los más ineficientes, corruptos e ignorantes servidores públicos que haya tenido la institución encargada de la procuración de justicia.

A continuación, vamos a explicar la historia del amparo fallido de Uriel Carmona Gándara. El día 5 de octubre del presente año, éste ingresó una demanda de amparo que, por turno, fue remitida al Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de Morelos. Allí solicitó, además del amparo y protección de la justicia federal, también la suspensión provisional para no ser destituido del cargo, pero le fue negada dicha medida protectora.

Como también solicitó la suspensión definitiva para los mismos efectos, es decir, el no ser destituido, el 15 de octubre se celebró la audiencia incidental en el Juzgado Cuarto de Distrito y dicha petición también le fue negada.

Así, a sabiendas de que el Fiscal pretendía obtener un amparo para evitar su destitución, y de que el mismo estaba hecho con las “patas”, pues no habían prosperado sus intentos por obtener ni la suspensión provisional ni la definitiva, de inmediato pudo haber sido destituido, pero todo mundo estaba durmiendo en sus laureles.

El 30 de octubre se celebró la audiencia Constitucional y en sentencia de esa misma fecha se le negó el amparo y protección de la justicia federal. A partir de entonces, existe una oportunidad de oro para destituir a Uriel Carmona Gándara sin problema alguno, pues si bien con fecha 5 de noviembre el fiscal interpuso el Recurso de Revisión en contra de la resolución que le niega el amparo, no cuenta con suspensión de ningún tipo contra el acto que reclama, es decir: no tiene nada de nada.

Es falso lo que algunos dicen, en el sentido de que es necesario esperar a que se resuelva el Recurso de Revisión (674/2018) interpuesto por Uriel Carmona, pues ello sólo sería así, en el caso de que se le hubiese otorgado la suspensión por parte del juzgado de origen, es decir el Cuarto de Distrito, pero eso nunca ocurrió.

Por ello, no sólo es falso, sino estúpido decir que Uriel Carmona tiene un amparo y se debe esperar a que se resuelva el recurso de Revisión que éste interpuso. Atender esto, es tirar por el drenaje la invaluable oportunidad de consumar el acto (la destitución), sin que ello de ninguna forma implique actuar con ilegalidad, pues como se ha dicho, no existe mandato judicial que impida hacerlo, al haberse negado el amparo y protección de la justicia federal por parte del Juzgado Cuarto de Distrito y no estar vigente suspensión alguna. En caso de destituir a Uriel Carmona, el recurso de Revisión -del cual conoce actualmente el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa-, sería sobreseído al quedar sin materia y no habría consecuencias legales para los legisladores ni el gobierno del estado, derivadas de dicho acto.

Pero la protección que a Uriel Carmona no le dio la justicia federal, se la está dando una mano oscura que dentro del Congreso del estado ha impedido que camine el proceso que debe culminar con su inmediata salida e incluso con una investigación a su gestión.

Ya se vio que no tiene dignidad el Fiscal General, pues aun cuando en todas partes se le repudia (incluso las asociaciones de abogados y no se diga su personal), se aferra al hueso que el corrupto Graco Ramírez le otorgó, para que a su vez fuera su manto protector cuando se le llegue la hora.

Veremos en las próximas horas si verdaderamente existe voluntad por parte del legislativo para por fin camine el proceso de destitución del Fiscal General y que cuando menos a los morelenses se les cumpla una mínima parte de las promesas hechas en campaña, en el sentido de que se iba a proceder contra la corrupción heredada por Graco Ramírez Garrido Abreu y sus cómplices de la pasada legislatura local.

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