Perspectiva

Por Marcos Pineda

Son varios los casos de los funcionarios estatales y municipales que han mostrado un completo o casi completo desconocimiento de las bases fundamentales y los procedimientos bajo los que operará la Guardia Nacional. Destacan los casos recientes, por las declaraciones que han hecho a los medios de comunicación de Eliacín Salgado de la Paz, director del IEBEM y Juan Ángel Flores Bustamante, alcalde Jojutla, entre otros.

Por sus dichos pareciera que ya están urgiendo a que el gobierno federal les envíe elementos para combatir la ola violencia que azota a la entidad, cuando todavía no han sido promulgadas las reformas constitucionales, ni se han elaborado y aprobado las leyes reglamentarias, que serán indispensables para la puesta en marcha de la gran apuesta del régimen de la cuarta transformación para devolver la paz a México.

Ni para dónde se hagan si tratan de esconder su ignorancia. Vamos, ni echándole la culpa a sus asesores jurídicos. En el caso de Juan Ángel Flores no se puede hablar de incompetencia, sino sólo de desconocimiento de la estrategia más importante en materia de seguridad que está impulsando el presidente, Andrés Manuel López Obrador. Pero en el caso de Eliacín Salgado sí se suma a diversas declaraciones, posturas y desatinos que por lo menos nos hablan de una profunda incompetencia para el desempeño de sus funciones al frente de una institución tan importante como este Instituto de Educación Estatal.

Y ese caso, el de Salgado de la Paz, es uno de los que tendría que revisar el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, puesto que hay personas administrativamente calificadas, políticamente sensibles y con la experiencia necesaria que podrían e incluso ya deberían estar entrando al relevo en el IEBEM. Una revisión de los pendientes (y la postura del funcionario al respecto) que se tienen con los jubilados y pensionados, los casos de reconstrucción de inmuebles, la falta de seguridad en los planteles educativos y la reinstalación de los profesores que fueron injustamente cesados a partir de la mal llamada Reforma Educativa de Peña Nieto, aportan suficientes elementos para ello. A lo sumo, sus explicaciones han sido para tratar de justificar por qué no se pueden resolver ya estos problemas y no para presentar un plan con el objeto de dirimir las dificultades.

Para iniciados
Ahora sí, al estar cerca cumplirse los primeros seis meses de la administración de Cuauhtémoc Blanco como Gobernador Constitucional, comienza la verdadera batalla por la permanencia o remoción en sus cargos de quienes o bien fueron seleccionados por José Manuel Sanz Rivera o lograron colarse en los altos y medianos puestos de gobierno por las recomendaciones, amiguismos, compadrazgos o contubernios que mantienen con funcionarios cercanos al gobernador.

Dados los casi nulos resultados en diversas materias, el propio gobernador se verá obligado a llevar a cabo ajustes en su gabinete legal y ampliado, ya que si no lo hace los reclamos de la sociedad se incrementarán al grado de exigir su renuncia. Además, dentro del mismo equipo comenzará la grilla, el golpeteo, el fuego amigo, los cuatros, las filtraciones y demás artimañas que estilan políticos para deshacerse de quienes consideren que constituyen o pueden constituir en un futuro cercano un obstáculo o un riesgo para sus proyectos personales.

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