Perspectiva
Por Marcos Pineda

Hemos llegado a un punto ya en que echar culpas o buscar responsables de la crisis de inseguridad en que vivimos resulta francamente ocioso. Si es producto de sexenios de complicidad u omisión gubernamental, si provine de una pérdida de valores cívicos y humanos o si es por la falta de oportunidades laborales cada vez mayor, o si es por desatención a los jóvenes y el crecimiento atomizado del crimen organizado claro que importa, pero sólo para encontrar las causas y así poder contrarrestarlas.

Que si el gobernador es incompetente, pues eso ya lo sabíamos, aún antes de que fuera candidato. Que si en su gabinete hay bandidos perversos y corruptos, de algunos ya lo sospechábamos y de otros ya nos vamos dando cuenta. Debatir sobre si la estrategia de seguridad que defiende el gobierno de Cuauhtémoc Blanco debe continuar o no resulta igualmente ocioso. Queda muy claro que no funciona y que la única apuesta viable es cambiarla con el apoyo de las fuerzas federales y la entrada de la Guardia Nacional.

Pero eso sí, una vez que la Guardia Nacional haga su arribo a Morelos tendrá que cambiarse la estrategia, porque no se puede esperar que haya resultados diferentes si se sigue haciendo lo mismo. ¿Qué es lo que se hace actualmente para prevenir y perseguir los delitos? Muy probablemente como a usted, a mí tampoco me queda claro.

Lo que nos queda claro es que los delincuentes se han burlado de las autoridades de gobierno cometiendo crímenes a plena luz del día, frente a las narices de las corporaciones policíacas. Sólo por mencionar los más recientes e impactantes: una actuaria asesinada alrededor de las nueve de la mañana sobre una de las principales avenidas de Cuernavaca, un ejecutado en el área de comida del mercado de Altavista, dos balaceados muy carca de la Paloma de Paz, un camión del CEFERESO baleado con resultado de tres hombres y dos mujeres fallecidas, y una amarga cereza del pastel: el ataque a balazos en pleno primer cuadro de la capital, a unos metros de la oficina del gobernador.

Y eso sin contar robos a mano armada, asaltos a comercios, robos de autos, secuestros, violaciones, extorsiones y demás. Ante tales hechos resulta evidente que la estrategia de prevención del delito, si la hay, no funciona.

Para iniciados
Por un lado: el primer domingo de junio se llevará a cabo una marcha por la paz. Ahora sí todo parece indicar que se sumarán miles personas para exigir al gobierno de Cuauhtémoc Blanco que tome las medidas que sean necesarias para revertir la creciente ola de violencia que se vive bajo su administración.

Por otro lado: ¿Habrá respuesta del gobierno de Cuauhtémoc Blanco a publicación del diario Reforma donde se ventila la riqueza inmobiliaria del hoy secretario de Movilidad y Transporte, Víctor Mercado Salgado? ¿Tendrá algo que decir o hacer al respecto el asesor anticorrupción, Gerardo Becerra? ¿O simplemente querrán dejar pasar la publicación como si nada hubiese sucedido? Porque dicho reportaje apunta al menos hacia la presunción de enriquecimiento ilícito.

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