Perspectiva
Por Marcos Pineda

Quienes desde el inicio de la administración de Cuauhtémoc Blanco al frente del gobierno del estado se apresuraron a fustigarlo en redes sociales y comentarios editoriales estaban equivocados. No era el tiempo para hacerlo. Como haya sido, ya era el gobernador y había que otorgarle un voto de confianza para que él y los miembros de su equipo se pusieran a trabajar y dieran los resultados que el pueblo esperaba. Sin embargo, ese tiempo ya pasó. Entrada ya la segunda mitad de su primer año de ejercicio efectivo de gobierno ahora sí es momento de hacer una evaluación objetiva e imparcial.

Los números, los datos duros a los que nos podemos referir, distan mucho de abonar a las albricias y celebraciones. Por el contrario, nos remiten a la generación de un clima adverso a los intereses y necesidades de los ciudadanos, tanto en lo social como en lo económico. Los discursos y declaraciones de sus funcionarios contrastan claramente con los datos oficiales del gobierno federal. Y por tanto, van perdiendo credibilidad de manera acelerada.

Está un poco demás abundar en números relacionados con la seguridad pública, puesto que ya es bien sabido que en Morelos el gobierno está rebasado, al grado incluso de que el propio gobernador reconoció que no puede solo para revertir la actual ola delictiva, habiendo solicitado ya con urgencia la llegada de la Guardia Nacional. Morelos está entre los primeros lugares de homicidios, feminicidios, secuestro y extorsión. Pero también en los nada honrosos primeros lugares de robo a casa habitación, violación, violencia intrafamiliar y violencia de género entre otros.

Más bien, no hay que desestimar la importancia de otros resultados: Desaceleración y decrecimiento económico, pérdida de empleos y cierre de negocios. La economía y el trabajo en Morelos parecen ir en caída libre. Y esto es así, porque en vez de crearse empleos nada más durante los primeros cuatro meses de este año, de acuerdo a los datos oficiales, Morelos perdió alrededor de 2,700 trabajos formales. Y el cierre de las fuentes de empleo, es decir, el cierre de comercios y negocios, es tal que ni las autoridades estatales atinan a llevar una cuenta precisa de cuántos han cerrado en estos últimos meses.

El problema no estriba en que el gobierno no esté dando resultados. Sí los está dando, nada más que éstos, son malos resultados. Y ahí están los datos oficiales, que de manera objetiva lo corroboran.

Para iniciados
El tiempo del voto de confianza ya se agotó, los ciudadanos comenzarán a cuestionar y exigir de manera cada vez más visible. Por ejemplo, para el próximo domingo se proyecta una marcha por la paz en la que naturalmente también saldrán a relucir los pendientes que el gobierno del ex futbolista profesional ha ido dejando: la falta de resultados en la aplicación de los protocolos para combatir la violencia de género, la falta de resultados en las investigaciones sobre desapariciones, homicidios y extorsión, y los excesos que fueron ventilados por los propios vecinos de Cuauhtémoc Blanco en el Club de Golf Tabachines, donde aseguran que se utilizaron recursos públicos para obras privadas. Incluso algunos de sus vecinos han comentado que se sienten amedrentados por ciertas amenazas de que podrían proceder en contra suya.

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