Perspectiva

Por Marcos Pineda

Los datos oficiales publicados por el secretariado nacional de seguridad pública no dejan lugar a dudas. La violencia contra la mujer se ha incrementado durante el primer semestre de este año. En términos generales el incremento de carpetas de investigación por agravios contra mujeres fue de un 18%. Y los estados de la República donde se concentran la mayoría de los casos son: Veracruz (98), Estado de México (42), Puebla (29) Nuevo León y Chihuahua con 24, Sonora (22), Morelos (20), así como Sinaloa y Coahuila con 17, respectivamente.

Vale la pena mencionar que estos son los casos sobre los que se han abierto carpetas de investigación. No incluyen la cifra negra de los agravios contra mujeres que no son denunciados, que no son investigados y que, por supuesto y lamentablemente, quedarán en la más absoluta impunidad.

De acuerdo a estos datos oficiales, de enero a junio de este año, se han registrado 36,283 agresiones contra mujeres, que van desde las lesiones dolosas, hasta el feminicidio, pasando por el homicidio culposo, la extorsión, la corrupción de menores, las agresiones sexuales, el secuestro y el tráfico de menores, entre otros.

El estado de Morelos se encuentra entre las diez entidades, en el sexto lugar nacional, con mayor incidencia de casos registrados. En otras palabras, las supuestas políticas contra la violencia de género del gobierno local, de José Manuel Sanz Rivera, verdadero mandamás local, son un fracaso. El señor Sanz no ha dado buenos resultados y por tanto deja muy mal parado al gobernador formal, al ex futbolista profesional y hoy venido a político, Cuauhtémoc Blanco, que de por sí ya es de los gobernadores peor calificados a nivel nacional.

Estos datos cobran mayor relevancia ahora que el terrible feminicidio de la niña de la colonia Carolina de Cuernavaca arroja datos sobre el impune y violento pasado cercano de su agresor, de su asesino. Un individuo que no tenía por qué andar suelto luego de que hace unos años ya había cometido un atroz crimen y fue dejado en libertad por las autoridades judiciales. El caso de esta niña es un botón de muestra de la violencia que enfrentan las mujeres en Morelos, ante la ineptitud de un jefe de la oficina de la gubernatura que se contenta con sacar a pasear al gobernador de vez en cuando a algunos actos públicos.

No sería de extrañarse que la organización y la movilización de las mujeres, la protesta pública y la exigencia de resultados a las autoridades se incremente, se intensifique y se haga escuchar lo más fuerte posible. Sin embargo, para que ello tenga resultados efectivos, para que el gobierno haga caso y las tomen en cuenta y en serio, hace falta que muchas más mujeres tomen conciencia de lo que está pasando, dejen de ser apáticas y se sumen a la organización, a las protestas. Que se unan las mujeres para exigir enérgicamente, por vías pacíficas, el cese de la violencia de género.

Para iniciados

Quienes esperaban resultados concretos sobre las investigaciones en Sedagro al respecto de los presuntos desvíos de recursos de la anterior administración, tendrán que esperar sentados. Será muy difícil que la muy íntima ex colaboradora del secretario de la administración de Graco Ramírez, Roberto Ruiz Silva, hoy secretaria del mismo ramo, Margarita María Galeana Torres, no le cubra las espaldas. Y no es la única graquista que está de regreso en la actual administración. Tal parece que otro distinguido perredista, Ángel Roberto Ladrón de Guevara Sentíes, también estaría cuidando proteger a su ex jefe, que no fue vinculado a proceso, pero sobre quien se espera pronto la consejería jurídica interponga un recurso para intentar que se logre su vinculación y responda ante tribunales sobre las acusaciones en su contra. ¿Seguirán llegando los cercanos a Graco Ramírez o sus incondicionales a más puestos de gobierno? Porque ya hay bastantes, que pronto mencionaremos también en este espacio para iniciados.

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