Perspectiva Electoral

Por Marcos Pineda

No es la primera vez que el presidente de la República, fundador y líder moral del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) alza fuerte la voz para señalarle a sus correligionarios que están perdiendo el rumbo. Incluso en la primera, ocurrida hace alrededor de un año, advirtió que si su partido se convertía en aquello contra lo que se propusieron luchar él renunciaría a su militancia. Todo indica que eso ya ocurrió, pero de ninguna manera parece que López Obrador tenga intenciones de renunciar, al menos no hasta que pasen las elecciones del 2021.

Sabedor de que los electores se dan cuenta del desaseo, de la lucha del poder por el poder, la carencia de ideales entre la mayoría de los líderes morenistas, el pragmatismo con el que se está desarrollando la sucesión por la dirigencia nacional, los escándalos que han ido protagonizando las diferentes figuras visibles del morenismo nacional y local y el oportunismo con el que se evidenciaron personajes como Gibrán Reyes y Antonio Attolini, por ejemplo, llamó a oponerse a que su partido siga ese rumbo y los fustigó casi como si se tratara de sus adversarios.

AMLO ha sido no sólo quien inspiró la creación de Morena, no sólo el capitán que dirige el timón, sino el timón mismo. Él ordenaba y tiraba hacia un lado y otro, y los demás lo seguían, remaban a su favor. Y así, ganaron en la primera elección presidencial en la que participó Morena.

Ahora AMLO se alejó de su partido, pidiendo licencia mientras dura su mandato. Y lo que ha ocurrido en poco menos de dos años es una profunda confrontación de grupos, intereses, facciones y personalidades. Rancios ex priistas, izquierdistas históricos, líderes populares de las viejas y nuevas generaciones, tecnócratas y muchos extraviados políticos fueron a parar a Morena y se disputan el control de los recursos y el ejercicio del poder que pueden tener desde el partido, no les queda más por qué pelear, ya que al interior de las instituciones federales el que manda y decide todo es uno y sólo uno, el presidente de la República.

Por supuesto que AMLO hizo el llamado a corregir el rumbo y les dijo que nadie es indispensable, porque le preocupa que finalmente vaya a tener consecuencias electorales adversas a su proyecto de la 4T lo que suceda con su partido, ya que su fuerza después de junio, dependerá en buena medida de los triunfos o derrotas de sus candidatos.

Si en Morena no lo entienden así, estarían ya jugando en contra de López Obrador, sea conciente o inconcientemente.

Para iniciados

Graco Ramírez metió en todo brete en su momento al instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana al escatimarle recursos que se suponía eran necesarios para la realización de las elecciones. Eso se consideró entonces como una manera de someter al Consejo General a sus designios. De nueva cuenta el Impepac requerirá de una ampliación presupuestal. ¿Hará lo mismo Cuauhtémoc Blanco, o si no él, quien tomé las decisiones por él, que bien podría ser el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas?

Excelente inicio de semana.

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