Perspectiva Electoral

Por Marcos Pineda

Algunos políticos ladrones ya lo están haciendo y otros están por hacerlo: se van a apuntar para tratar de obtener primero una candidatura a algún puesto de elección popular y de conseguirlo intentarán ganar las elecciones, o bien quedar cómodamente colocados a través una posición plurinominal. A estas alturas, por lo difícil que se prevé la competencia, habrá varios que hasta con una regiduría se quieran conformar, mientras los más ambiciosos querrán ser presidentes municipales o diputados.

A estos individuos, entre los que hay tanto mujeres como hombres, palabras como vergüenza y honorabilidad no les significan nada. En cambio, otras como cinismo e hipocresía se les dan de manera que parece casi natural. Claro que la pregunta que el elector medianamente informado se hace al verlos de nuevo, en los medios de comunicación y en las redes sociales, acudiendo a reuniones, formando parte de nuevos partidos, llevando a cabo labores sociales o dando entrevistas sobre lo buenos que han sido y cómo son ellos quienes tienen tanto amor y cariño por su tierra y su pueblo, ah y además saben qué se tiene y  cómo se debe hacer para resolver los graves problemas que aquejan a la sociedad… se pregunta el ciudadano ¿y como con qué cara estos tipos insisten en seguir de candidatos o de funcionarios si es de dominio público lo corruptos, hipócritas y mentirosos que fueron?

La respuesta es a la vez, por un lado, sencilla y por el otro compleja. La parte sencilla de comprender es la impunidad. Siguen queriendo vivir del presupuesto, cometiendo fechorías e hinchándose los bolsillos porque sus actos delictivos quedaron en la impunidad, nunca recibieron castigo, ya sea que fueran acusados legalmente o no, la justicia nunca los alcanzó. Los psicólogos y los juristas saben muy bien que la permanencia en la impunidad de los actos de corrupción cometidos, sin duda hará que esas conductas muy probablemente se repitan.

Si al cinismo y la desvergüenza le sumamos a la impunidad, tenemos como resultado a ese tipo de políticos que tanto detesta la sociedad, pero que sigue teniendo que padecer.

La parte compleja de entender es que, si ya se sabe que son individuos corruptos, mentirosos o hipócritas y pueden seguir siendo personajes públicos que aspiran otra vez a ocupar cargos en el gobierno, es porque el sistema está hecho para que permanezcan así, en la impunidad. La única manera de que sean llevados a juicio es que un poder superior a sus fuerzas se decida a perseguirlos, siempre que también cuenten con pruebas para proceder legalmente. Es ahí de donde se agarran estos mercenarios del poder, de estar bien con los que tienen más poder que ellos, de ser zalameros, vendidos y comparsas de otros de más arriba que son igual de corruptos.

Si la lucha contra la corrupción en este país va en serio, desde arriba hasta abajo, debería ya dejarse sentir tal intención en los gobiernos estatales y municipales, en los congresos y en los tribunales de diferentes órdenes. Si no se hace algo desde la Federación para llevar la lucha contra la corrupción hasta las comunidades, la sociedad tendrá que seguir padeciendo a estas lacras, a estos parásitos de la política.

Para iniciados

Los ciudadanos que quieren buscar una opción de participación electoral por la vía independiente tendrán que manifestar su intención ante los órganos electorales ya muy pronto. Los sectores empresariales y sociales que con muy buena intención quieren promover a ciudadanos limpios y de buen nombre para ser candidatos en la contienda del 2021, pero que no han concretado planes y prospectos, se están viendo lentos. Los tiempos se los van a comer para impulsar candidaturas independientes y no les quedará otra más que buscar cobijo en los partidos políticos. Y ya sea en los nuevos o en los viejos partidos lo más probable es que esas candidaturas estén condenadas a la derrota, por muy buen nombre que tengan los candidatos.

Excelente mitad de semana.

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