Por Jorge Meade

Siendo dirigente del PRI en Morelos y Luis Donaldo Colosio, presidente del Comité Nacional del Partido, durante una reunión, el sonorense pidió que buscáramos a Jorge Morales Barud, estudiante entonces del Tecnológico de Monterrey al que Colosio le guardaba consideración, dando inicio la carrera partidista de quien llegara a ser Gobernador de Morelos, designado por el Congreso del Estado debido a la separación del cargo del Gobernador Jorge Carrillo Olea, (que motivado por una etapa de secuestros que vivió Morelos) y sus desencuentros con el entonces Presidente Ernesto Zedillo, Carrillo Olea fue el último gobernador priista, producto de una elección Constitucional, Olea tuvo la dignidad de separarse del cargo y en la actualidad, Cuauhtémoc Blanco representa un gobierno manchado de sangre, de ejecuciones, feminicidios, secuestros, corrupción y que difícilmente conoce la vergüenza como para irse de Morelos.

Jorge Morales pasó de ser presidente del Comité Municipal del partido en su natal Puente de Ixtla, hasta la presidencia del PRI en Morelos y de ahí a la gubernatura. Esto, en una etapa de una gran apertura a los jóvenes por parte del gobernador Antonio Riva Palacio.

Del año 1998 al 2000, Morales Barud encabezó el gobierno de la reconciliación; un Estado con una población molesta, muy joven asumió el cargo, “demasiado joven” dirían, Jorge Arturo García Rubí lo acompañó como Secretario de Gobierno, quien fuera también Gobernador, me correspondió acompañarlos como Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, a Javier Jaramillo la relación con medios de comunicación y a Gabriel Becerra con inversionistas.

La condición de ex-gobernador de Morales Barud, preparación e imagen le permitieron colaborar con otros gobiernos de siglas distintas al PRI.
Posteriormente, en el 2012 participa como candidato a presidente municipal de Cuernavaca, ganando la elección Morales Barud y perdiendo Amado Orihuela la gubernatura: Cuernavaca la ganó el PRI.

Al inicio de su carrera política, Juan Salgado Brito fue impulsor de jóvenes, estando como presidente del PRI Morelos. En esa época, Rosalina Mazari intenta ser diputada por el municipio de Cuernavaca, perdiendo la elección y decide desde entonces continuar su carrera en su natal Puente de Ixtla.

En la región sur del Estado han surgido mujeres de lealtad y compromiso partidista como Emma Victoria Campos, de Tlaquiltenango, y Laura Ocampo, ambas ex-legisladoras, mujeres de lucha y de mayor trayectoria.

En el 2018, Amado Orihuela y Rosalina Mazari buscan la candidatura a la gubernatura; Amado Orihuela -con su permanente reclamo que lo negociaron-, Matias Nazario incluso otro aspirante corrió la versión que ya era el candidato y su buena relación con los medios lo permitía.

De no ser candidato a Gobernador, Amado insistía en ser Diputado Plurinominal al igual que Rosalina Mazari; el primero (quien era Amado), no llegó pero negoció toda clase de concesiones fuera y dentro del PRI; luego se suma al PRD en una parte y negocia con el PES y MORENA sus espacios en su región: todos pierden menos él.

Aparece Jorge Argüelles con Belinda en Morelos, para ser preciso, del equipo priista de Manlio Fabio Beltrones e intenta que el PRI lo postule como su candidato a presidente municipal; quizás vio que su lujoso vehículo tenía placas del Estado o se tomó una nieve Virginia, lo que pensó le daba la residencia o vio el ejemplo de Cuauhtémoc de burlar la ley y no pudo, pero se encontró a Amado Orihuela quien le pone a su disposición su estructura para ser Diputado Federal por Jojutla, sin conocer el municipio y una de las regiones más devastadas por el sismo del #19S.

Luego, Rosalina Mazari es candidata a diputada plurinominal local y como candidato a Gobernador tuve que ver con la decisión, dejando por mi intervención en el camino a Maricela Velázquez y a Rocío Carrillo.

Producto de las maniobras de Amado Orihuela en el municipio de Puente de Ixtla, (que dejó al PRI sin candidato), se acepta que el hermano de Rosalina sea candidato a presidente municipal.

Era Jorge Morales Barud en ese momento, el único actor político que les competía por presencia y liderazgo en la región dentro del PRI a Amado y Rosalina, quienes se han convertido en caciques de la zona; no se quieren pero los unió el ánimo de que Jorge Morales no ganara.

Ganó Amado Orihuela con todas las posiciones que le dio el PRI y sumado a estas las del PES, que hizo a Jorge Arguelles diputado; negoció con Cuauhtémoc Blanco y recibió recursos económicos de todos.

Rosalina Mazari ganó y se convierte en diputada, su hermano pierde Puente de Ixtla, pero la primera negociación de la Diputada Mazari, es hacer a su hermano rector de la Universidad Politécnica (UPEMOR).

A pesar de la señalada corrupción del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, la inseguridad, la violencia, las deficiencias, el abandono al campo, los feminicidios, ni Amado Orihuela y menos Rosalina Mazari han señalado o exigido que las cosas mejoren, e incluso en el congreso la Diputada Mazari es considerada la operadora política del gobernador.

Jorge Morales Barud perdió y lo ayudaron priistas de su región a perder; ni Amado ni Rosalina desearon contrapesos en su región.

Hace unos días, Amado fue al PRI para ver su espacio y unos días antes estuvo en un evento de otro partido donde le levantaron la mano como su candidato.

Por otro lado, la diputada Mazari es líder de las mujeres priistas y es la fecha en que no se tiene registro de su participación para exigir un alto a los feminicidios, o se cumpla con la Constitución de los espacios a las mujeres en el gabinete.

En este sentido, ella preside la Comisión de Hacienda del Congreso y si hay algo de lo que nos podemos dar cuenta, es que es ruda con los presidentes municipales y benévola en las cuentas públicas del Gobernador.

En el PRI, ambos gritan y exigen democracia, espacios pero ante el gobierno son los mejores colaboradores, todo lo que tienen se lo deben al PRI y poco aportan.

Perdió Jorge Morales, perdimos todos y ellos ganaron.

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