El Estenógrafo de Presidencia

Pave Soberanes

  • Visitando al Peor del País 
  • AMLO, ¿Cascajo Político?
  • Morelos, Paraíso Terrenal  

El juris doctor bajó del cielo: «nos levantábamos todos los días pensando en cómo ayudar al prójimo».

Lega Hugo Éric Flores el onceavo mandamiento: «seguimos creyendo -¿seguimos?- que lo mejor para nuestro país es amar al prójimo», pero cuando saludó, no lo hizo al presidente municipal de Cuernavaca. Aun así, incongruente, habló de «transformación espiritual». «Hemos cumplido -¿hemos?- a los morelenses, sin banderas partidistas».

Luego se colgó un letrero de alquiler: «seguimos creyendo que hay mucha posibilidad de darle estabilidad y gobernabilidad a nuestro país». ¿Contratado, presidente? Él tiene la fórmula. -Estamos muy contentos porque esta delegación le dio gobernabilidad y colaboramos con nuestro granito de arena para abatir este cáncer que carcome el estado de Morelos, que es la violencia provocada por los grupos delincuenciales.

Estabilidad y gobernabilidad con un gobierno creación suya, que es último lugar en todo lo bueno y primer lugar en todo lo malo. Aunque hizo pasar como drogadictos a todos los estudiantes de una escuela de música, el pastor Hugo Éric recobró humildad: «dirigido por una persona que tiene creencias similares a las mías».       

Y se hizo el milagro: del subsuelo en el que instaló su gobierno salió El 10.

Y se hizo la palabra.

«Nada puede doler más que el abandono en que vive esta buena parte de nosotros, los compatriotas (…) hemos logrado anular a siete de los 10 objetivos delincuenciales que nos marcamos en prioridad y también le quiero decir, el otro día me equivoqué, pero nos falta uno».

Ya siete para 10 no son cuatro, sino uno.

«Me equivoqué», dijo aquel día.

«No pasa nada», machacó con altivez.

La recaída esta vez fue más fuerte. Sus problemas acaso de disonancia cognitiva lo llevaron a leer mal, a equivocar palabras, a creer que Morelos es Yucatán. ¿Quién lo pone a leer? ¿Quién le pone palabras complicadas?

Cuando Peña Nieto dijo que faltaba un minuto para llegar a un pueblo y luego rectificó que menos, cinco, el candidato López Obrador ironizó: «faltan cuatro meses para las votaciones. No, menos, cinco», y los reporteros se carcajearon. Esta vez guardó la compostura, evitó la ridiculización del señor Blanco, al que tundieron en redes.

El respaldo presidencial, se sabe, es retórica política. A él, como a otros, no le ha dicho que es honesto ni trabajador, sino que lo respalda, que no está solo. Si a respaldo vamos, también el estenógrafo de Presidencia lo ha respaldado, porque las lecturas de palabras equivocadas las corrige. Pero la tarea es a medias, porque la gramática es imposible.

«Recitre» por recinto, «una mes vas» por una vez más, «bienido» por bienvenido, «estabilizar» por desestabilizar, «estamos con usté hasta la muerta» por estamos con usted hasta la muerte. No hace falta un curso de lectura y dicción, como propusieron en la red del pajarito. El problema es más serio.  

Que le tomen la palabra panistas y priístas, y el propio presidente, de quienes dijo «siempre han querido estabilizar al gobierno» de AMLO. Quiso decir desestabilizar, pero ahí está el estenógrafo de Presidencia para patentizar que El 10 no está solo y que va a seguir trabajando con él.

La Gran Final del I Concurso de Oratoria Política entre Cuauhtémoc Blanco y Hugo Éric Flores, le adelanté ayer, tuvo un inesperado pero nada sorpresivo empate y ambos son, merecidamente, ganadores del primer lugar.

Tanto Blanco como Flores no lograron, sin embargo, se declarara desierto el premio al Metiche del año, que esta vez fue Jorge Argüelles, quien burló la instrucción de Palacio Nacional de no contaminar con su presencia los ajenos la imagen del presidente de la República -quien no lo saludó-, pretendiendo colgarse de la imagen presidencial.

El beltronista Argüelles (Distrito Federal, 1981) dijo en 2017 que el partido del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador «es cascajo político». El diputado federal del PES, con una Constancia de Residencia de Cuernavaca ilegal, dijo entonces que MORENA «es la zanahoria electoral que le ponen a los más pobres», y alertaba: «es solamente un espejismo que puede tener consecuencias inimaginables para nuestro país». Lo mismo piensa el movimiento antilopezobradorista de origen y patrocinio panista y priísta, autodenominado Frenaaa (sic). Es diputado federal Argüelles gracias al voto masivo a favor de la Marca AMLO y la Marca MORENA, siendo candidato del PES, que sobrevivió en San Lázaro por la coalición Juntos Haremos Historia. 

Duro contra el candidato López Obrador, pero el Súper Viernes se coló Argüelles a los actos presidenciales, y aunque el presidente no le extendió la mano, se paró a un costado suyo para aparecer en las fotografías, desfachatado. Ni repartiendo miles de esas fotografías al lado de AMLO, que publicó la página del poder Ejecutivo estatal y las envió a los medios contratados, ganaría votos. Tanto, que ya consiguió lo pongan como número 1 en la Lista de Diputados Plurinominales a la Legislatura 55, pues reconoce en voz baja que no gana ni uno de los primeros cuatro distritos.

«Muchas gracias, señor estenógrafo». 

letraschiquitas

Otra vez, oootra vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a hablar de corrupción, de lejanía con la gente, de falta de trabajo. ¿Oíste Chana? Se enfadó cuando la protesta de opositores en Palacio de Cortés, pero la falta de operatividad política es sintomática. La sugerencia es que dejar pasar las estrategias de desgaste contra el presidente dejan limpia a la administración estatal, como creen en Palacio de Gobierno. Y esto es grave. Se llama deslealtad e ingratitud.

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