Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda

El doble discurso, la doble moral, el engaño, la contradicción y la incongruencia se han instalado como signos distintivos en Morena, el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador. Por un lado, los morenistas ensalzan y defienden su autodenominada Cuarta Transformación, enarbolan las banderas de la lucha contra la corrupción, el respeto a la legalidad, a la democracia, la defensa de la soberanía del pueblo “bueno y sabio” y, por otro lado, caen en las viejas y conocidas prácticas clientelares, electoreras y de conveniencia para beneficio de personajes y grupos de poder, entre los que se encuentran antiguos miembros de la desprestigiada clase política, conservadora, que tanto fustiga cada mañana el presidente.
Las evidencias del doble discurso y la doble moral son cada vez mayores y más contundentes. Por ejemplo, a propósito de que el próximo lunes se conmemora una vez más el Día Internacional de la Mujer, a este sector que sigue representando poco más de la mitad de la población y en cuyos hombros recaen muchas de las responsabilidades sociales y familiares, que difícilmente le son reconocidas y recompensadas con justicia y equidad, se les habla de igualdad, de respeto a sus derechos, de inclusión como nunca antes en la vida pública y, al mismo tiempo, se les desoye, se les margina de la toma de decisiones en lo general, y solamente se incluye a las que están dispuestas a seguir a ciegas al mesías, y callar cuando no estén de acuerdo. En el mejor de los casos, se les deja expresarse, pero sin que en realidad sean tomadas en cuenta. Ahí está el ejemplo de la candidatura de Félix Salgado Macedonio, más fuerte que antes, ahora que ha sido registrado en el órgano electoral local de Guerrero. La encuesta interna de Morena será sólo un procedimiento para cubrir las apariencias. Y los morenistas, callan como momias.
El respeto a la legalidad y la democracia para, a su vez, respetar la soberanía de lo que López Obrador denomina “pueblo bueno y sabio”, se empaña día tras día, cuando vemos a los operadores electorales de Morena, llamados servidores de la nación, hoy con sueldo proveniente del erario, que ejerce la súper poderosa Secretaría del Bienestar, llevando a cabo labores para la construcción de una clientela electoral, basada en la explotación de la pobreza y las necesidades de una sociedad cada vez más empobrecida y dependiente de los programas sociales. ¿Acaso no fue el mismo presidente quien en una carta pidió a los gobernadores no aprovechar la pobreza del pueblo con fines electorales? Y de nuevo los morenistas callan como momias.
¿No son, al final de cuentas, en buena medida el mismo tipo de personajes los que se están viendo favorecidos, económica y políticamente, con las decisiones del actual gobierno, como sucedió cuando en la llamada “época neoliberal” les cedieron empresas como las ahora Telmex, TV Azteca, los contratos con Pemex, con la CFE y demás, siempre al amparo del poder presidencial? Ahí están los casos de Manuel Barttlet, Alfonso Romo, Zoé Robledo y una larga lista de incondicionales a los que solamente les son retirados ciertos beneficios para ellos y sus familiares cuando son descubiertos y exhibidos por los medios de comunicación, a los que descalifican llamándoles “prensa conservadora” y cuyas investigaciones no prosperan, pues la Secretaría de la Función Pública, nada más no atina a encontrar, curiosamente, ningún tipo de responsabilidad, a pesar de la evidencia presentada.
Y los morenistas callan como momias. Ahora callan, sí, como critican lo que otros callaron tiempo atrás, pero hacen lo mismo que dicen combatir.
Y para iniciados…
Ya se consolidó la batalla por lo que podríamos llamar la “la joya de oriente”, la presidencia municipal de Cuautla. Al darse cuenta de la contradictoria situación que enfrentaría el candidato de Cuauhtémoc Blanco y de su hermano, Ulises Bravo, hoy exdirector de la Comisión Estatal del Agua, Moisés Agosto Ulloa, cuyo nombre escrito con faltas de ortografía todavía aparece en la página Web oficial del gobierno del estado, decidieron no postular candidato por el Partido Encuentro Social y que vaya por el Partido Encuentro Solidario. Con ello queda claro que la prioridad de Hugo Éric Flores es la conservación del registro nacional. Nada más que se enfrentará a un político cuautlense que toda su vida se ha preparado para gobernar su tierra y que sabe que esta podría ser la última oportunidad de lograrlo. Guillermo del Valle Reyes y Moisés Agosto protagonizarán una de las pugnas electorales más competidas, en décadas.
Excelente fin de semana.
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