Por Adrián López Vivar

Dicen que después del niño ahogado ya se quiere tapar el pozo, y es que los dichos existen por una simple razón, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

El Capítulo primero, Artículo I del ⟨Reglamento de Tránsito⟩ dice, que dicho reglamento «tiene por objeto establecer las NORMAS y REQUISITOS relativos al TRÁNSITO de VEHÍCULOS» de manera que, para poder circular en la vía pública, se debe acatar lo ya mencionado anteriormente. Por tal razón, para mantener un entorno socialmente responsable, nuestras autoridades, no pueden permitirse el lujo de continuar en la omisión de una de sus funciones en torno a la aplicación de las sanciones correspondientes a quienes mantengan una falta continua de la responsabilidad civil que a TODOS debe de importarnos

El descontento de los motociclistas que (dicho sea de paso), no tiene fundamento para pretender mantenerse al margen del reglamento antes mencionado, por lo tanto, argumentar que no cuentan con el recurso necesario para la adquisición del seguro correspondiente, así como la regulación de su motocicleta, motoneta o cualquier otro vehículo motorizado para circular en la vía publica, entonces deberá cumplir con el pago de las sanciones correspondientes o, caso contrario, por su seguridad y la de terceros, abstenerse de circular en la vía pública si es que no van a respetar las normas ya establecidas por la autoridad competente.

En el Capítulo VII, Artículo 26, el Reglamento de Tránsito especifica las restricciones y disposiciones que deberán observarse en la conducción de dichas unidades, por lo tanto, el desconocimiento de dicho reglamento no excime a los conductores de motocicletas motonetas y de más analogos de su cumplimiento.

No se trata de satanizar a las autoridades por hacer su trabajo (Aplicar las NORMAS), se trata de que, quienes tengan en su poder cualquier vehiculo motorizado se apeguen a lo establecido por la misma en un reglamento que a ojos vistos, TODOS (o por lo menos, la mayoría) se pasan por el arco del triunfo.

Como ejemplo les hago mención de la intersección del paso expres con la Av. Cuahunahuac, en la que está prohibido el cruce hacia los puentes tanto el que conecta a la Av. Plan de Ayala con la Plaza Forum como el que conecta a dicha Av. con la Av. Cuahunahuac, lugar que en varias ocasiones ha sido testigo de múltiples accidentes en plena hora pico (o mejor dicho), a cualquier hora del día.

La sociedad civil debe comprender, que su responsabilidad como conductor de cualquier vehículo automotor va más allá de su derecho al libre tránsito, pues es justamente una de sus tantas obligaciones adquiridas independientemente del vehículo que conduzca.

  1. La adquisición de un seguro de responsabilidad civil (Artículo sexto Transitorio).
  2. Licencia específica de motociclista (Capitulo V, Artículo 16, Inciso a), Parrafo I).
  3. El emplacado (Capítulo IV, Artículo 11).

Y el registro correspondiente de la motoneta y/o motocicleta es otro de los deberes que se deben considerar sobre todo tratándose de la propia seguridad del propietario.

De tal manera que, si no se cuenta con la solvencia económica para responsabilizarse de las obligaciones antes mencionadas, entonces deberán evitarse la pena de que la autoridad vial aplique las sanciones y/o penalizaciones con respecto a las infracciones cometidas en torno al Reglamento de Tránsito emitido por la autoridad competente.

Ahora bien, respecto de los establecimientos que expiden tanto Placas y/o Permisos de circulación, así como las Licencias de los diferentes estados de la republica de los que se tiene conocimiento, ni siquiera deberían de existir, puesto que debería ser la autoridad de tránsito por medio de la Secretaría de Movilidad y Transportes del Estado quienes deben asumir esa responsabilidad pues para eso se les paga, no es posible que una secretaría a la que se le destinan recursos públicos para tal función, no hagan lo que les corresponde hacer y siempre para cualquier tramite, pongan de excusa el ya conocido exceso de trabajo, cuando ni siquiera se tiene registro de la cantidad de vehiculos que realmente sean del estado, ya que (seguramente), muchos cuentan con placas apócrifas o de otros estados como Guerrero y que ni siquiera radican en dicho estado sino que emplacaron sus vehículos con direcciones y documentos falsos.

Yo creo que si se hace una investigación exhaustiva al respecto, sabrán que lo que comento es verídico y quizás nuestras autoridades lo saben, pero no han hecho nada al respecto para regularizar a los conductores que, con tal de ahorrarse unos pesos y todos los trámites burocráticos acuden a esos establecimientos que (insisto), no deberían estar operando y mucho menos realizando labores que solo le competen a la secretaría antes mencionada.

Regresando al caso de los motociclistas hago mención de lo siguiente:

Recordemos que el no tener en regla dichas unidades, con toda la documentación requerida, en lo personal a mí me surge una duda, y es que si no tienen para pagar un seguro de responsabilidad civil y daños a terceros, si se ven involucrados en un accidente, ¿Que, o como le van a hacer para pagar los daños ocasionados a otro automovilista y/o a una persona que le hayan ocasionado lesiones a causa de dicho siniestro? ¿A caso ante tal eventualidad, se darán a la fuga como muchos lo han hecho? Y por último, ¿Como respondera el estado y/o el municipio en un caso de tal envergadura, a caso dará carpetazo (como siempre), y hará como si no pasara nada, por el solo hecho de darle gusto a un grupo de personas que buscan excentar una responsabilidad de tal magnitud?

Yo sé que sueno muy drástico, pero cualquier cosa puede pasar y se tienen que considerar todas las posibilidades pues, estamos ante un hecho que de aceptar las «exigencias» de dicho grupo de motociclistas, creanme, que no hara falta otro contingente de automovilistas que se organicen en una marcha y meeting con una exigencia similar pues se crearía un precedente de que tampoco estarían obligados a contratar un seguro, reemplacar sus vehículos y mucho menos respetar las normas y regulaciones que el Reglamento de tránsito establece ¿No lo cren?

Termino diciendo lo siguiente:

Una sociedad responsable, es la viva imagen de civilidad en toda la extensión de la palabra, nunca permitamos que la falta de coherencia nos quite aquello por lo que hemos luchado siempre.

Nuestra Libertad.

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