Una de las recomendaciones que escuché hace muchos años, cuando siendo muy jovencito empecé a conocer a destacados políticos de ese entonces, la mayoría de ellos ahora ya fallecidos fue que para entrar a la vida pública “hay que tener la epidermis muy gruesa, porque si la tienes delgada los insultos y las calumnias terminarán … Continúa leyendo