Pepe Montes

Estamos viviendo momentos críticos en nuestro querido Morelos y nuestro silencio da más miedo que los números de asesinatos violentos, secuestros, cobro de piso, feminicidios… ¿Ya perdimos la esperanza de que levantando la voz podremos hacer algo? ¿Ya perdimos la esperanza de que saliendo a las calles nos damos cuenta de que somos muchos los que nos negamos a aceptar a vivir así y poder generar lazos de solidaridad?

¿De plano dejaremos los espacios públicos y las calles a la delincuencia?

Si bien el arma más fuerte de los ciudadanos es la credencial de elector ya que nos da la fuerza de cambiar a las autoridades cada tres años en las elecciones, si ellas nos actúan como queremos, pero ¿en estos momentos? Justo cuando por desgracia cada día somos testigos de hechos violentos que nos vulneran a todos ¿Qué podemos o qué tenemos que hacer?

Y es que cada quien tiene su agenda, unos madreando al Gobernador, otros al Presidente Municipal de Cuernavaca, la disputa en el Congreso a la orden del día, otros pensando en la elecciones y otros más queriendo meter a la cárcel a funcionarios que si  bien se lo podrían ganar por corruptos, no deberían ser estos los temas prioritarios de Morelos.

¿No nos hemos dado cuenta que cuanto más nos madreamos entre nosotros estamos permitiendo que nos dé duro, sin piedad, y, además se apropie de nuestro estado, de nuestras calles la delincuencia organizada?

Ningún actor político está a la altura de la sociedad en este momento, ningún partido político desde el Congreso y fuera de él se está ocupando de la agenda social, y para variar existe una larga lista de solicitudes para crear nuevos partidos políticos que también permanecen callados

El silencio y la inacción de todos da miedo, es un silencio cómplice.  ¿Nos quedaremos en casa? ¿Cerraremos nuestros negocios si nos cobran piso? ¿dejaremos actuar a la delincuencia dejándonos ganar cada día más espacios?, ¿Dejaremos que las autoridades simplemente hagan como que hacen?

Este no es mi Morelos, mi Morelos era una tierra colorida, de alegría, de anfitriones, de solidaridad, de paz, pero también mi Morelos es de trabajo, de empujar en la adversidad, y de lucha, sí, de levantar la voz, de movilizarnos, de gritar y defender lo nuestro

Lejos de religiones, afiliaciones partidistas, estatus social, lo que estamos viviendo nos afecta a todos y nos debe de importar a todos. No se trata de quitar o poner, de pedir renuncias de uno o varios funcionarios, se trata de marcar un alto, de saber que nos apodemos acompañar todos, de cuidarnos, protegernos y saber que no estamos solos.

Sucede un hecho violento que nos lastima a todos y pareciera que ya no sucederá algo más terrible, pero la realidad nos llega y violan y matan a una niña de 6 años y  en lugar de mostrar nuestra indignación y gritar nuestro coraje y frustración, enmudecemos

Estimados paisanos, quienes aquí vivimos, en verdad,  ¿ya no tenemos esperanza?  ¿Ya perdimos la voluntad de luchar por un mejor Morelos?

¡Hagamos algo! No nos vayamos a arrepentir de este silencio  que cada día damas terror.

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