Perspectiva

Por Marcos Pineda

En tanto la violencia, las ejecuciones, la inseguridad, los asaltos, por mencionar algunos, crecen, el empleo, la inversión, la cohesión social, el apoyo a los sectores más desprotegidos de la sociedad van en caída. La fórmula de echarle la culpa a sus antecesores ya no funciona, la gente no se lo cree. Hay quienes están hablando de un estado de cosas que apunta a la ingobernabilidad, es decir, en donde un gobierno es ya incapaz de procesar, dar respuesta y satisfacer las demandas ciudadanas, ha perdido la credibilidad y el respaldo que lo llevó al poder.

Y por supuesto que de ello hay responsables. A final de cuentas, el principal es el gobernador formal, Cuauhtémoc Blanco, o como le dicen “El Cuau”. Pero también son responsables los otros, a quienes podríamos llamar los gobernadores no formales: su medio hermano, Ulises Bravo, y el jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sanz, junto con todas y todos los que se han prestado a seguir sus indicaciones, juegos, trampas y marrullerías. Pero principalmente lo son ellos tres. Los tres gobernadores de Morelos.

La crisis de gestión a la que han llevado a los poderes públicos parece que podría tener ya una salida al menos en el Judicial y en el Legislativo, siempre que ya dejen de meter la mano estos tres personajes y respeten su autonomía constitucional. Tras el fallo de la Suprema Corte, Carmen Verónica Cuevas López tendrá que aceptar que ya no es magistrada y mucho menos presidenta del Tribunal Superior del estado de Morelos y dejar de ostentarse como tal, con todo y que goza de una excepcional simpatía de parte de Sanz. En el Legislativo, si ya dejan de reunirse y obedecer a Ulises Bravo y se hacen cargo de su responsabilidad como legisladores integrantes de un poder autónomo, podrían también llegar a acuerdos para devolverle la gobernabilidad, con todo y que su hermano “El Cuau” lo quiera apoyar al margen de la ley y las instituciones.

En donde no se ve claro que pueda recobrarse la gobernabilidad es en el Poder Ejecutivo, pues la disputa por la influencia y el control entre Bravo y Sanz parece insalvable. Hágame usted favor, ahora resulta que por dos individuos ajenos al estado de Morelos, enfrascados en una lucha de poder, los morelenses están padeciendo la inoperatividad de decisiones, proyectos, propuestas y presupuestos. Sigue siendo el gobierno de “El Cuau”, o de los tres si usted prefiere así, incapaz de enfrentar, procesar y dar solución a las demandas de los ciudadanos, por donde se vea: en seguridad, educación, empleo, inversión privada, combate a la corrupción, desarrollo de infraestructura pública y para qué le seguimos. Apunta para ser un gobierno fallido en todos sentidos, es decir, que puede llevarnos a un estado de ingobernabilidad.

Para iniciados

El próximo fin de semana, en Consulting & Research Estadística Aplicada, llevaremos a cabo las entrevistas de la primera edición de una encuesta semestral, cuyos resultados presentaremos desde ahora y hasta las elecciones de 2024, que titularemos “Los Gobernables”. En ellas mediremos las probabilidades de voto, la popularidad y la imagen de quienes pudieran ser candidatas o candidatos a gobernador en las próximas elecciones. Vamos a agradecer mucho que si a usted le toca ser entrevistado nos regale tres minutos de su tiempo para hacerle unas sencillas preguntas, de manera anónima y confidencial. Y de igual manera, si usted quiere sugerir qué personalidades deberíamos incluir en la encuesta estaremos al pendiente de su opinión.

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