A partir del 26 de julio de 2022, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)a dado a conocer los datos preliminares de homicidios de 2021, en Morelos, arrojando una cifra preliminar, de 1198 defunciones por homicidios, de los cuales 1097 son de hombres, y 101 de mujeres, una estadística que arroja que las cifras colocan en un 10% las muertes por homicidios en mujeres y un gran porcentaje colocan al los hombres como víctimas mayores de estos crímenes, aunque esta información no es conclusiva del todo pues se confrontan las cifras con la Secretaría de Salud, pero es muy cercana.
No quiere decir que con estos informes que el resto de la población viva en paz en medio de esta crisis de seguridad en todo México, y que se reconozca que la mujer vive en constante preocupación por la alarmante violencia, asaltos y secuestros, sin embargo se hace necesario reflexionar en puntos comunes, que como sociedad morelense debemos de visualizar.
La mayor parte de las víctimas en el Estado fueron hombres, estadísticamente hombres son los que están mayormente involucrados en homicidios que se producen como consecuencia de robos, o situaciones violentas, en las que víctima y agresor son varones, y es preocupante y relevante que la población de hombres jóvenes en México están involucrados con organizaciones delictivas, así lo refieren las estadísticas.
Según las estadísticas, las edades de las víctimas de homicidios en hombres, son las siguientes: 15-20 años: 60 defunciones, de 20-24 años: 155 defunciones, de 25-29 años: 193 defunciones, de 30-34 años: 175 defunciones, de 35-39 años: 147 defunciones, de 40-44 años: 109 defunciones, de 45-49 años: 70 defunciones, de 50-54 años: 46 defunciones, de 55-59 años: 25 defunciones. Así que, según este estudio, de los 20 a 40 años los homicidios en hombres, consecuencia de robos o cualquier otra situación violenta, ya sea como víctima o agresor, son mayores en este grupo de edad.
Nos queda mucho que pensar y mucho que actuar cuidando a nuestros jóvenes, el rango de edad donde son más vulnerables de sufrir algún hecho violento o bien ser reclutados por la delincuencia organizada, de lo cual nos queda entender que es alarmante como se ha «normalizado» el que asesinen a un hombre por la causa que sea y que haya la sociedad piense que su seguridad no importa.
En la reflexión y testimonio que nos ha dado Adrián «L». conductor de plataforma, quien ha sufridos dos asaltos a mano armada: