LA NETA DEL PLANETA

Por Arturo Brito Lilington

* Pandemónium…

* Entre 4 paredes…

* Somos nada…

Domingo 05, Abril 2020, en cambio de horario, acuarentenado, espacio fértil para recordar y revivir; en un rinconcito del Planeta Tierra, prestado por el Arquitecto del Universo, Padre Celestial; un mundo que a nadie pertenece pero al cual sobrecargamos de población, contaminación, mientras lo fraccionamos, en tanto extinguimos flora, fauna y a nosotros mismos, angas mangas.

Rememoro, cuando Memo Cinta y quien esto escribe, incipientes reporteros, atestiguamos en una noche de 1977, luego de realizado evento oficial en Palacio de Gobierno del Estado de Morelos, al que asistió Gustavo Carvajal Moreno (+), miembro del gabinete de José Lopez Portillo (extinto presidente de México: 1976-1982), el momento que citado funcionario federal expresó a Armando León Bejarano (gobernador de Morelos: 1976-1982), su preocupación por sobre población en la República Mexicana y excesiva explosión demográfica nacional e internacional.

Estábamos los 4 en la puerta de salida del despacho de Bejarano (+) hacia la entrada del elevador adjunto. Carvajal Moreno se despedía de Bejarano.

«Somos un chingo y seremos más», gritaban manifestantes de aquéllos tiempos durante mítines donde además féminas participaban con ahínco pues en 1975 se decretó «Año Internacional de la Mujer», en curioso evento público presidido por un hombre: Pedro Ojeda Paullada, padre de Pablo Ojeda Cárdenas, actual secretario de Gobierno en Morelos.

Cuentas más, menos, antaño, la población en Morelos, un tiempo fluctuó de 350 mil a 500 mil habitantes y entre 70 y 80 millones en el país. Hoy, en citada entidad cifra rebasa el millón y unos 130 millones en la patria.

Así las cosas, de la mundana libertad de expresión consagrada en libertinaje, belicismo, discriminación, indiferencia, arrogancia, ignorancia, pendejismo, importamadrismo, valemadrismo, e interminables amiguismos, compadrazgos, nepotismos en todos tiempos y  gobiernos impregnados de campantes sinvergüenzas y cínicos «poderosos» quienes embisten a diestra y siniestra contra cuales topos e iguanas enfrente tienen y arrinconan dizque para ahora evitar propagación de contagios cuya pandemia les traduce grandes negocios y ganancias; a enfermos extinción, a desvalidos miseria y hambre, agazapados, e incierto porvenir; empero, al ‘lorencheli’ güero del Norte y a ya saben quien, en tanto se abstienen de cubre bocas ocupar porque tal vez son inmunes a todos males, daños y el temido virus les hace «lo que el viento a Juárez», acaso bozal les quedaría?

En febrero reciente, entrevisté a Jorge Ganem Guerra, médico dermatólogo, octogenario amigo avecindado en Morelos:

«El ser humano tiene que estar consciente de que si no toma una decisión inmediata en contra de ese crecimiento (poblacional) lo único que vamos a lograr es nuestra auto destrucción», manifestó.

«Al mundo entero lo aqueja una enfermedad severa que se llama ceguera: no queremos ver que ya llenamos al mundo», agregó.

En la década de los 70’s, época donde «liberación femenil» cobró auge, se alzaba la influencia de los rebeldes con causa y sin causa; embestían alcohol y drogas; los hippies, a descaro incitaban a fumar mariguana, hacer sexo en espacios públicos, festivales musicales, consumir LSD, peyote, hongos alucinógenos, cocaína, etcétera; momentos en que moda del vestido abajo de rodillas pasó a las minifaldas; traje de baño a bikini, no’ más pa’ mostrar tantito más, con el «amor y paz» como tema de convivencia; pero, cobró auge desmesurado, desmedido, crecimiento poblacional a pesar de «la familia pequeña vive mejor», campaña oficializada para prevenir embarazos y auspiciar integración familiar cuyos valores morales también habían sido ya afectados, rebasados por alcoholismo y prostitución, recrudecidos en los años ’80s., sobre rebasados actualmente, cuando económicamente, se transita peor, en reversa, imperan y expanden: vandalismos, delincuencia, violencia, criminalidad, alcoholismo, drogadicción, balas, bestialidad, brutalidad, terror, horror, entre, ansiedad, angustia, tristeza, desesperación.

Entre la década de los 70’s conocí a Memo Cinta.

So pretexto de visitar a Juan Mota para intercambiar conocimientos musicales en la ejecución de notas y canciones acompañadas con guitarra, Manuel Estrada me invitó a visitarlo; radicado, Juan, en «El Vergel», colonia de Cuernavaca, Morelos.

La expansión mundial «bitlemaniaca» (John, Paul, George, Ringo) prendía a aquella generación aderezada con «dancings travoltianos» diseminados en las discos y se daba entrada a los «teiboldans», en los que esbeltas mujeres trepaban en tubos al son de estridentes notas musicales, se desnudaban en el sube y baja para complacencia de masculinas asistencias.

Pero perdí contacto con Cinta Flores y lo reencontré al integrarme a la oficina de Relaciones Públicas Prensa y Difusión del Gobierno del Estado de Morelos. Salvador González Ruz, «Papi Ruz» era el jefe.

Memo ya había trabajado en esa dependencia gubernamental y entonces laboraba en Línea Caliente, programa radiofónico transmitido por Estéreo Mundo en el 96.5 de frecuencia modulada, FM, creado por Jaime Morales Guillén, hermano de Roberto Morales Guillén, con quien Memo coadyuvara en tareas reporteriles, producción y realización.

Antes de yo llegar a Relaciones Públicas Prensa y Difusión, laboré, en el Ejecutivo morelense, en: Archivo General, Oficina de Personal, Registro Público de la Propiedad, Dirección de Promoción Industrial, «ofisboy» en PRI Morelos, asistente en Comisión Estatal Electoral,  Registro Nacional de Población…

Cual reportero de la «Oficina de Prensa», al mando «Papi Ruz», en compañía de Lorenzo Vargas Segovia (+), fotógrafo, recorrí los 32 municipios del Estado de Morelos, a la postre 33, al Temoac separarse de Zacualpan de Amilpas; hoy día 36, tras: Xoxocotla, Coatetelco y Hueyapan, hacer lo propio con Puente de Ixtla,  Miacatlán y Tetela del Volcán.

Una mañana de 1975, al llegar a la oficina me enteré que «Papi Ruz», dejó el cargo para ir a dirigir Diario Matutino de Cuernavaca, de Paco Medina.

Di media vuelta y lo fui a buscar.

Me preguntó qué hacía yo allí, le reiteré mi interés en el periodismo y me mandó a cubrir nota policíaca.

Ahí, en Diario Matutino de Cuernavaca, conocí a Pérez Durán, en aquellos días,  periódico localizado en calle Matamoros, cerca al chapitel inmediato a la parroquia de «San José». Pérez Durán, José Manuel, al frente del linotipo ya publicaba Atril, decana columna prevaleciente en Diario de Morelos, medio de comunicación social en el que también Cinta y el suscrito tuvimos acción; mientras, una ocasión, con Pérez Durán y Lorenzo Vargas, en 1979, asistí a cubrir en Ixtlilco el Grande, comunidad de Tepalcingo, Morelos, visita de Jimmy Cárter, ex presidente (sonrisas) norteamericano.

Entre los 70’s, también conocí a Hugo Calderón, reporteaba temas deportivos.

Cuando coincidimos en Diario de Morelos, con Lorenzo Vargas,  acompañamos a Hugo al antiguo  «Estadio Coruco Díaz», remodelado en anterior sexenio estatal.

Ahí vimos emotivos partidos de aquéllos cañeros con estilo y garra que pusieron contra pared al más pintado de Primera División Profesional de Fútbol.

Cabe destacar, durante proceso independentista de Temoac, Cinta Flores y el suscrito, respectivamente cubrimos corresponsalías de Canal 13, hoy TV Azteca; y, Telesistema Mexicano, hoy, TELEVISA.

Andábamos del tingo al tango y en una ocasión, al regresar a Cuernavaca tras cubrir marcha proveniente de Temoac, luego de enterarnos, salimos en estampida de capital morelense hacia crucero Alpuyeca, que conecta con: Miacatlán, Amacuzac, Xoxocotla, escenario de impacto frontal entre pipa de Pemex contra autobús Flecha Roja, vehículos hechos chatarra y ocupantes achicharrados.

Información difundida historia es; anécdotas en tintero pendientes estarán…

Durante mi estancia en Relaciones Públicas Prensa y Difusión del gobierno morelense, cada mañana después de checar tarjeta, si no teníamos que estar a temprana hora afuera del hogar del ex gobernador Rivera Crespo (1970-1976), la actividad era subir -«como Pedro por su casa»- a checar agenda en el despacho del capitán Miguel Ángel Galindo (+), secretario particular de aquel ex mandatario.

Los periodistas y medios no éramos tantos como ahora; diaristas: Pepe Gutiérrez, La Voz; Alfonso García Bueno, Avance de Morelos, Paco Medina, Diario Matutino de Cuernavaca; Humberto Mazotti, El Cotidiano; Armando Ríos Ruiz, El Informador Regional, de Rubén Figueroa, ex gobernador de Guerrero. Diario de Morelos, El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, respectivamente, bajo directrices de Federico Bracamontes, y Mario Vázquez Raña, iniciaron en 1978, casi al final de los 70’s.

Como semanaristas, figuraron: Juan Zárate (+), El Morelense; Sergio Parra, La Opinión -posteriormente diario-; Correo del Sur, editado por clero local; José María Román, Criterio de Morelos; Rogelio Zambrano, Información de Morelos, actualmente bajo dirección de Yolanda Velázquez, entre otros que al momento de redactar recuerdo.

Radiofonía morelense emitía voces del decano Pablo Rubén Villalobos; a su vez, de los ahora extintos Miguel Ángel Tenorio, Guillermo Vergara y Alonso, Héctor Bautista, Miguel Ángel Castillo, Efraín Ernesto Pacheco, entre otros.

Esos años 70’s, entre propios y extraños de la patria chica, Morelos, con la «Liberación Femenil», propiciaron fraternales lazos no precisamente de religiosidad sino por «hermandad láctea», que algunas astutas ocasionaron a grado tal que glúteos prontos habían contactado con equis, igriega, zeta, abece y etcétera; no na’ más con quienes ostentaban exclusividad; lo peor, casos surgieron en que se dedicaron a pedir recursos para solventar embarazos y partos a Dios gracias inexistentes, aun cuando una dijo resultar con «premio» real y propalaba llamaría al producto «El Mole», pues había sido hecho por varios picantes.

Y cuando se nos movió gacho el piso a Cinta y al suscrito fue un viernes al despedir Línea Caliente, segunda emisión.

Estábamos en sexto piso de edificio localizado en avenida Morelos Norte, «Ciudad de la Eterna Primavera»

Yo frente a Memo en cabina y a un costado el operador. Memo despedía transmisión, le echó productos de gallina; igual yo, no quedaba otra. Memo comenzó a contar los segundos, todo se mecía de un lado a otro como si estuviéramos en una hamaca o mecedora.

El operador dejó la trinchera, corrió hacia las escaleras, al llegar Cinta al segundo 28, advirtió:

«Ah cabrón! Esto está muy grueso, corten la trasmisión».

Ahora, ah cabrón, esto está muy grueso, pero ya qué, como decía actor Arturo de Córdova: «No tiene la menor importancia»…???…

Lo que si tiene suma importancia, es poner atención en la higiene personal y ambiental; sana alimentación, saludo a distancia, y entre tantas cosas, retomo párrafo que Antonio Villalobos Adán, alcalde de Cuernavaca, expresó durante su Primer Informe de actividades al frente del cabildo, a mediados de diciembre próximo pasado:

«La tecnología de la computación y la utilización de las redes sociales en actividades económicas y  sociales, gubernamentales y familiares, desde la prevención de la salud hasta la influencia de los procesos políticos, formarán parte de nuestro escenario de trabajo cotidiano»…

En fin, siga la cuarentena…

Bienvenido nuevo horario.

Renovación!

Reconfiguración!

Durante mi estancia en Relaciones Públicas Prensa y Difusión del gobierno morelense, cada mañana después de checar tarjeta, si no teníamos que estar a temprana hora afuera del hogar del ex gobernador Rivera Crespo (1970-1976), la actividad era subir -"como Pedro por su casa"- a checar agenda en el despacho del capitán Miguel Ángel Galindo (+), secretario particular de aquel ex mandatario
Fotografía tomada del muro de Guillermo Cinta

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