PERSPECTIVA, por Marcos Pineda Godoy.

Ya es un hecho que Cuauhtémoc Blanco Bravo tendrá un puesto de elección popular. A menos que algo extraordinario suceda, será diputado federal plurinominal por Morena, en la siguiente Legislatura.

Ocupar la segunda posición en la lista de candidatos a diputados federales, por el principio de representación proporcional, en la cuarta circunscripción, que comprende a la Ciudad de México y a los estados de Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala asegura al ex ídolo del fútbol mexicano una curul, con fuero constitucional -sin duda lo más valioso que pudo obtener en estas tortuosas negociaciones.

La búsqueda de la candidatura a la presidencia de la República, tras los fracasos de los partidos políticos, Encuentro Social y Encuentro Solidario, quedó solamente en un sueño. Perdió también la oportunidad de ser jefe de gobierno de la Ciudad de México o titular de alguna de sus alcaldías. Enviarlo por tierra a competir por un distrito de mayoría relativa lo habría puesto en un estado de vulnerabilidad, al menos en tanto se llevara a cabo el proceso electoral. Si es invitado o no para hacerse cargo de la Comisión Nacional del Deporte, en sustitución de la cuestionada Ana Guevara, pues ya se verá, si Claudia Sheinbaum gana las elecciones.

Cuauhtémoc Blanco no solamente cobrará las dietas como diputado por tres años, sino, además, gozará de inmunidad procesal por el mismo periodo. En otras palabras, no podría ser llevado ante tribunales, a menos que, a través de un juicio de procedencia, fuera despojado de su fuero, muy remoto escenario, porque lo más probable es que la bancada morenista, junto con los representantes de sus partidos aliados, impedirían su desafuero.

Revisando el artículo 55 de la Constitución, nos percatamos de que cumple con los requisitos para ser postulado como legislador federal por tener más de 21 años y ser originario de una de las entidades que comprende la cuarta circunscripción. Libra la prohibición a los gobernadores para ser postulados como diputados federales durante el periodo de su encargo, al no ser postulado en Morelos por el principio de mayoría relativa, sino en la lista plurinominal por una demarcación comprendida por varias entidades federativas.

Lo más destacado y motivo de polémica en estos días será si debe o no renunciar o al menos pedir licencia al cargo de gobernador. Una jugada maestra para preservar su fuero constitucional es que entre las restricciones para que los gobernadores sean postulados como diputados federales no se encuentra expresamente que, en su caso, tenga obligatoriamente que pedir licencia o separarse definitivamente de la gubernatura, pues no será diputado por Morelos, sino plurinominal, originario de la Ciudad de México.

Cito el párrafo tercero de la fracción V, del artículo 55 que dice: “Los Gobernadores de los Estados y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas jurisdicciones durante el periodo de su encargo, aun cuando se separen definitivamente de sus puestos.” Como puede leerse, la prohibición es únicamente en sus respectivas demarcaciones. En el párrafo siguiente, se exige la separación del cargo a diferentes funcionarios, pero igual, sólo en el caso de sus respectivas demarcaciones.

En suma, Cuauhtémoc Blanco sería diputado federal y podría quedarse como gobernador hasta el último día de su mandato, dejando un fuero para asumir automáticamente el siguiente, por tres años más. 

Y para iniciados:

Sí que Morena está dando la nota. Mucho revuelo se armó ayer por la tarde. La ex secretaria de organización del Comité Directivo Estatal en Morelos, María de la Luz Villa Figueroa, quien, dirigida por Arnulfo Montes Cuén, renunció al partido al que recientemente se había incorporado para pasarse a las filas del PRD y obtener la candidatura en la segunda fórmula al Senado de la República, por la coalición opositora, para lo cual ya se encuentra registrada ante el INE. Villa Figueroa ganó el sorteo de la tómbola de Morena, llevado a cabo ayer, para ocupar la primera posición de candidaturas plurinominales no reservadas, por parte de las mujeres.

Vaya complicación, pues una decisión pragmática, regresar a Morena, aseguraría su escaño en el Senado, en un acto de incongruencia e inmoralidad, pero con hueso seguro. Confirmar su separación de Morena, sería un acto de congruencia, pero con el riesgo de no ganar ni siquiera en el espacio que se asigna a la primera minoría. Pero no coman ansias, ya salió la lista de preselección de Morena y no viene el nombre de María de la Luz Villa Figueroa. Quedó fuera.

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