LA LEY DE HERODES
Por Miguel Ángel Isidro

Más allá de las naturales controversias generadas por la revisión de los primeros 100 días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, valdrá la pena observar con detenimiento los hechos que se presentarán rumbo al primer año de la administración y, naturalmente en torno al siguiente proceso electoral.

Hasta el momento la agenda marcada por el Ejecutivo Federal está fuertemente inclinada hacia un componente político. En el terreno de la economía, a pesar del optimismo oficial, el eco de las acciones del gobierno de la Cuarta Transformación aún no logra un impacto positivo.

Especialistas, calificadoras y organismos empresariales parecieran mostrar resistencia al modelo planteado por el presidente López Obrador.

Hay quienes piensan incluso en un “castigo” por parte de los actores que mueven los hilos de la economía y los mercados.

Sin embargo hay que entender que el mundo de la economía se rige por la frialdad de los números.

Hasta el momento los indicadores más importantes de la economía muestran estabilidad: el tipo de cambio frente al dólar, la inflación, las tasas de interés.

Pero habría que advertir que en terreno de inversión y economía internacional, lo que se venden son proyectos y planes de negocio, y no sólo buenas intenciones.

Pongamos como ejemplo un dato a seguir:
De acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda, el gasto corriente del gobierno federal de México refleja una baja del 18%.

Habrá que esperar varios meses más para verificar el impacto de este indicador en los índices de eficiencia gubernamental, recaudación fiscal y reactivación del mercado interno.

Dicho en cristiano: al término del primer año de gobierno podríamos verificar si la llamada “austeridad republicana” tiene un impacto real en términos de economía interna.

O sea: tomará algún tiempo verificar si el gobierno está ahorrando tanto como presume, si está siendo eficiente en su gasto y si estas acciones tienen una respuesta positiva por parte de los contribuyentes y los inversionistas. Es decir, quienes sostienen con su dinero la operación y proyectos del gobierno y quienes arriesgan su capital en el desarrollo de negocios en el país.

Hasta el momento, las acciones aplicadas por el gobierno lopezobradorista parecen más enfocadas al fuero interno que al Mercado y las finanzas internacionales.

De ahí la reacción de especialistas y calificadoras.

En economía, no sólo es importante el “que”, sino también el “cómo”.

Quizá el verdadero impacto que se persigue es político.

Quizás.

Habrá que esperar para verificarlo.

Twitter: @miguelisidro

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