PERSPECTIVA, por Marcos Pineda Godoy.

Los pronósticos de diversos tipos, cuantitativos y cualitativos, más o menos razonados y/o fundamentados, coinciden en que Morena podría obtener entre cinco y seis de los doce distritos electorales locales en las elecciones del dos de junio. El riesgo de perder en las urnas ya activó las alertas de algunos contendientes guindas.

Patricia Torres Rosales, a quien llaman, Paty Torres, regidora capitalina en busca de la diputación por el segundo distrito, con cabecera en Cuernavaca, presentó una denuncia pública en una rueda de prensa convocada el día de ayer por los aspirantes a las demás curules, luego de haber sido informada de un ataque a balazos contra su casa de campaña.

Por un lado, las y los contendientes de Morena por un asiento en la próxima Legislatura, con esta rueda de prensa conjunta, intentaron volver a enviar el mensaje de que están unidos, pues luego del tortuoso proceso de designaciones, las divisiones, los enfrentamientos y los enconos fueron lo más señalado dentro y fuera del partido oficial. Y saben que eso no es un buen mensaje para ganar o retener votos.

Por otro lado, si bien no sólo hacer público el ataque, afortunadamente sin heridos o pérdidas humanas que lamentar, debía hacerse de conocimiento público, además de presentarse formalmente ante las autoridades, varios de los asistentes aprovecharon el caso para hacerse notar y promover sus candidaturas.

Como si fuera una consigna, se lanzaron de manera más o menos directa contra la Fiscalía del estado, proponiendo ya de plano una especie de refundación institucional. Claro, están en su derecho de hacerlo. El problema es que ya ni sus propuestas ni la denuncia de Paty Torres tuvieron el impacto y la trascendencia que pudieran haber tenido si se hubiesen concentrado en la demanda de seguridad y civilidad que lanzó la candidata.

La violencia aprovechada para fines político/electorales puede ser un arma de doble filo. O motiva a las estructuras que ha venido construyendo Paty Torres, desde antes de llegar a la regiduría, o se amedrentan y desaniman, que es precisamente lo que busca quien o quienes hayan planeado y llevado a cabo el atentado.

Aunque no fue precisa en sus declaraciones, Torres Rosales dejó entrever la posibilidad de que el ataque pueda estar relacionado con el accidente del puente colgante de Amanalco, en el que ella fue, sin duda, la más perjudicada, físicamente, y que tiene al alcalde con licencia, José Luis Urióstegui, con una carpeta de investigación abierta, a la que califica el actual aspirante a la reelección como una medida de presión electoral.

Paty Torres es conocida al interior de Morena, con cierto liderazgo entre las bases populares, pero no necesariamente por tener buen trato, ni buen carácter, en sus relaciones sociales. Si llegara a la diputación tendría que trabajar mucho en ese sentido.

Pero no la tiene nada fácil, enfrente van Andy Gordillo y Erick Alaniz, por la coalición opositora y el partido Verde, respectivamente. De esas candidaturas y las del otro distrito capitalino, el uno, donde van Daniel Martínez Terrazas, Sergio Pérez Flores y Aristóteles Martínez comentaremos en una siguiente ocasión.

Y para iniciados:

Cómo recuerdo aquellas palabras de Mario Ruiz Massieu, tras presentar su renuncia a ser el encargado de las investigaciones del asesinato de su hermano: “Los demonios andan sueltos”, aseveró. Esos demonios, hoy parece que van contra todos y contra todo lo que obstaculice su llegada al poder o la llegada de quienes les conviene que lleguen. Si alguien cree que ya tocamos fondo, esperen, viene lo peor, de aquí y hasta el dos de junio. Y no digan que no lo advertimos, incluso desde el año pasado. El problema es que son muchos y están por doquier.   

La información es PODER!!!

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