PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

Por más que los corifeos, focas aplaudidoras o como quiera llamarlos hagan uso de todo tipo de apologías, copien el discurso y hasta pretendan emular al presidente de la República, cada vez hay más evidencias del desastre de gobierno que ha desarrollado Andrés Manuel López Obrador en estos casi cinco años.

Su discurso demócrata de candidato nada tiene que ver con la realidad. Actuó, sí, como en una obra de teatro, de la misma manera que cualquiera de los políticos que lo antecedieron en el cargo. Engañó a los de adentro y de afuera. Prometió y se desdijo, a veces hasta con cinismo ramplón. Como buen megalómano, magnifica los logros y programas de gobierno, minimiza los hechos que resultan inocultables y usa el ataque continuo contra sus adversarios, bajo la excusa del uso de su libertad de expresión.

Hace unos días presenté los documentos que muestran la forma en que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, que comanda otro fanático del izquierdismo obradorista, Pablo Gómez Álvarez, lleva a cabo investigaciones contra aquellas personas físicas o morales que contravienen los intereses del gobierno, haciendo uso de facultades absolutamente discrecionales, propias de los regímenes autoritarios.

Ahora que un medio de comunicación dio a conocer el posicionamiento del Sindicato de Trabajadores del Metro, en el que solicitan a la autoridad capitalina que sea suspendido el servicio en la línea nueve, a fin de evitar riesgos y sean reparadas las fallas estructurales, que ya tienen perfectamente ubicadas, resulta que una nueva solicitud de información detallada sobre cuentas bancarias, movimientos financieros, cuentas, apoderados legales y cuanto imagine usted se está solicitando a las entidades del sector, precisamente sobre este sindicato, ahora bajo la mira presidencial.

Es pues, investigarlos a fondo, a ver qué les encuentran, para ser usado en su contra. No nos sorprenda que en una mañanera salga con que le hicieron llegar información que involucra ahora al sindicato del metro en actividades irregulares. Eso mismo se ha venido repitiendo con los que él denomina sus adversarios.

Y nada de que es politiquería o son inventos de la oligarquía que quiere regresar por sus fueros y seguir robando al pueblo. La documentación es real, existe y ha sido expedida por las propias oficinas del gobierno de López Obrador. Todos sus serviles lacayos, con o sin poder, porque los hay oficiosos, a quien nadie invitó a la fiesta pero que ahí andan bailando al son de la 4T, fanatizados, ideologizados, se niegan a ver, a reconocer. Hacen lo mismo que su guía ideológico, atacan sin el menor fundamento, agreden, se escudan en sospechas, no asumen la responsabilidad de lo que dicen.

Si bien cada régimen político tiene su ciclo de vida, su curva de nacimiento, crecimiento, auge, declive y desaparición, en algunos casos duradero, no lo percibo así para el actual. El ciclo de la autodenominada cuarta transformación podría ser muy corto, quizá el más corto en la historia del país, pues si de verdad entrega la estafeta el seis de septiembre, una vez no estando Andrés Manuel, el castillo de naipes, o de hielo, comenzará a derrumbarse o a derretirse. Nada más espero que no nos cueste tantos años recuperarnos del daño y atraso en que dejará a México.

Y para iniciados

Se van a ver muy mal quienes traten de desacreditar la visita de Xóchitl Gálvez repitiendo como loros los ataques en su contra, que ha lanzado el presidente López Obrador. Dígame usted si no lo único que muestran es carecer de pensamiento e ideas propias. Así como se lanzaron contra Lorenzo Córdova y contra del INAI, sólo que ahora con el agregado de la misma misoginia del presidente y de su desprecio a la gente que ha trabajado duro para superarse.

La información es PODER!!!

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