Por Adrián López Vivar

Parece que el remedio será más mortal que la enfermedad, y es que en el municipio de Cuernavaca se siguen tomando decisiones a la ligera, pues al planear un proyecto sin considerar las dificultades a las que se podrían enfrentar los constructores termina siendo una obra con mas dificultades que las que se tenían hasta antes de iniciarla.

Es de reconocer, que el gobierno municipal busque darle un nuevo rostro a la ciudad con la repavimentación de nuestras calles y se agradece pero… ¿Qué ocurre con aquellas calles que no han tenido ningún tipo de atención por años, en las que (por obvias razones), las redes de drenaje se encuentran en condiciones de abandono?

Solo por mencionar algo, los pobladores de la colonia Sacatierra de Cuernavaca, han demostrado su descontento por la abrupta interrupción de la obra de repavimentación que se llevaría a cabo en la calle cerezos de dicha comunidad, misma que desde el 19 de Julio habría dando inicio y que hasta la fecha ha superado el tiempo de entrega de la ya mencionada obra.

Hoy en día, a pesar de las múltiples demandas de la comunidad que exigen a las autoridades encargadas del proyecto que se de pronta resolución y que incluso se declare zona de desastre aún no se ha hecho nada por solucionar el problema que aqueja a los pobladores afectados.

Las autoridades responsables solo se escudan en la típica frase «No teníamos contemplado en el presupuesto de la obra que la red de drenaje se encontrara en total abandono (obsoleto), ¿Y que esperaban encontrar si por años no se ha dado mantenimiento a dicha red de drenaje, no solo en la colonia en cuestión si no en todo el municipio?

Si tomamos en cuenta las argucias de las que han echado mano las administraciones anteriores para desviar recursos en aparentes obras que solo ocultaron los desperfectos que hoy quedan al descubierto, y que nos dejan a merced de enfermedades ambientales, lo único que nos queda por hacer es, manifestar nuestro enojo y exigir a la actual administración que se actúe de manera responsable ante tal situación.

No es posible que siempre se laven las manos en excusas y no se atienda el desastre provocado por una mala planeación.

¿Que está esperando el gobierno municipal, a caso se dará el tiempo necesario para tener que lamentar la perdida de vidas humanas y así poder hacer algo respecto a la problemática manifestada?

Y a todo esto, ¿Quien se hará responsable de los posibles enfermos que surjan gracias al ambiente insalubre de la zona?

Sin duda hay más preguntas que respuestas y mientras se toma la decisión de darle celeridad a la reparación del daño ocasionado, la comunidad seguirá a esperando a que la calamidad termine.

Sr. Presidente municipal José Luis Uriostegui Salgado, hacemos un atento llamado a su persona para que gire Instrucciones y se actúe de forma expedita para prevenir cualquier situación que pudiera afectar aún más a la población.

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