PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

Hace unos días tuve la oportunidad de dar una plática sobre qué son y para qué sirven las encuestas, así como de los diferentes tipos y metodologías que se emplean en su elaboración. Al finalizar la presentación inicial, los muy amables asistentes me hicieron diversas preguntas, entre las que quiero rescatar hoy una en lo particular.

¿Qué tan confiables son las encuestas hechas en redes sociales? La respuesta fue que depende. Sí, depende de para qué se quieran, qué es lo que se trate de averiguar, la intención con la que se realizan, cómo estén elaboradas y demás. Sin embargo, en temas electorales, los que sin duda estarán de moda en estos meses y el próximo año, sí debemos tener claro que son las menos confiables, principalmente por razones técnicas, pero también porque suelen ser utilizadas no para saber, sino para promocionar, siendo a veces manipuladas a través de lo que conocemos como bots o cuentas falsas. Por eso, es que usted encuentra tantas diferencias de resultados entre una y otra de las que ve publicadas.

Si se hacen como ejercicios para darnos una idea sobre algún tema en particular y cuyos resultados van apareciendo en tiempo real, como en las de Twitter, son interesantes y hasta divertidas. Pero mucho ojo, sus resultados no pueden ser extrapolados al total de la población, sino solamente como la opinión de las personas que las vieron y decidieron emitir un voto, sin que puedan ser consideradas como representativas. Tienen muchas limitaciones.

Sí nos dan una idea clara sobre qué opinan nuestros seguidores en redes. Pero, pensar que nuestros seguidores representan el pensar de la población, es algo que se asemeja a la soberbia.

Estando consciente de lo anterior, comencé una serie de ejercicios en Twitter, al margen de las encuestas técnica y científicamente bien cuidadas, para saber la opinión de mis seguidores sobre la imagen de algunas personas que podrían ser candidatas o candidatos a algún puesto de elección popular, el próximo año.

En la primera pregunté, si hubiese una catástrofe y solamente pudiera elegirse a un político morelense para formar parte de los sobrevivientes, ¿cuál de las siguientes personas preferirías que se salve? Como Twitter solamente permite cuatro posibles respuestas (esta es una de las limitaciones que comenté arriba) elegí a dos mujeres y a dos hombres.

Con base en el Tracking Poll, esa sí, una encuesta con todo el rigor metodológico que se requiere, seleccioné a los dos que, por parte de los varones, salen como los mejor calificados para encabezar una posible alianza opositora, a la mujer que encabeza las preferencias entre las mujeres, por Morena, y a la que las encabeza por parte de la oposición: José Luis Urióstegui Salgado, Ángel García Yáñez, Margarita González Saravia y Laura Ocampo Gutiérrez, respectivamente.

A lo largo de las 24 horas en que estuvo disponible la votación libre y secreta en Twitter los resultados fueron variando, aunque buena parte del tiempo Margarita Saravia estuvo al frente. No obstante, en cuestión de unas horas, quienes votaron a favor de Laura Ocampo dieron la vuelta a los resultados.

A final, Laura Ocampo obtuvo 45% a su favor, Margarita Saravia el 27%, José Luis Urióstegui con el 15% y Ángel García el 13%. ¿Cómo la ve usted? ¿Quién de ellas y ellos le gustaría que se salvara?

Mañana comentaré sobre la siguiente que hice, a propósito del Día del Trabajo. Pregunté, tú, en lo particular, ¿quién de las siguientes personas consideras que es más trabajador? Como incluí a cuatro de los principales aspirantes a la candidatura para gobernador, por Morena, sé que le llamarán la atención los resultados.

Y para iniciados

Las jornadas de aprobación fast track en los órganos legislativos y la posición intransigente de López Obrador en las mañaneras, han mostrado que no me equivoqué cuando a principios de su quinto año de gobierno percibí una acelerada radicalización. López Obrador ya no es ni de lejos el demócrata por el que se hizo pasar en todos sus años como candidato. La autodenominada cuarta transformación está totalmente apartada de los ideales del diálogo y la construcción de acuerdos. Lo suyo, es la generación de mayorías clientelares a través de las que un solo hombre pueda avasallar, someter, imponer su propia visión, su propio proyecto. Y esto es una muestra, lo que viene todavía es más radical.

La información es PODER!!!

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