Por Francisco Hurtado Delgado

Edson Morán Cerro en labores como ayudante Municipal de Chapultepec, Cuernavaca.

Los Ayudantes y Delegados Municipales son las autoridades auxiliares en nuestros municipios del Estado de Morelos. Con base en el artículo 101 de la Ley Orgánica Municipal, el propósito de ellos es contribuir a mantener el orden, la tranquilidad, la paz social, la seguridad y la protección de los vecinos. La elección respectiva es por votación popular directa cada tres años bajo el principio de mayoría, las preguntas clave son: ¿Se podrán considerar a las autoridades auxiliares municipales, como algunos municipalistas las clasifican o; ser una extensión del “Cuarto orden o cuarto nivel de gobierno”? o ¿Serán las autoridades auxiliares una forma verdadera de gobierno comunitario o realmente ser un cogobierno?

La autoridad auxiliar parece una extensión de la administración pública municipal, apreciación tal vez no del todo sea correcta. En La forma de elegirlos de acuerdo a las diversas convocatorias municipales, es una acción política de la ciudadanía para tener representantes oficiales y con carácter civil, por lo tanto, con la elección respectiva, adquieren legitimidad para dirigir e imponer la voluntad colectiva sobre los intereses particulares; lo anterior, para obtener obediencia y ganar respeto, y para “ejecutar detalladamente la aplicación de las normas generales a los individuos” de la comunidad, recordando a Ricardo Uvalle Berrones, en su obra El gobierno en acción: La formación del régimen presidencial de la administración pública.

En cada estado del país se han construido las condiciones institucionales que acreditan diferentes estadios en que la acción de la autoridad auxiliar tiene lugar. Figuras vitales de los Ayudantes y Delegados por la cercanía y ser primer contacto con la sociedad, más allá de ser una extensión del cuarto orden de gobierno municipal, debe ser considerada como una autoridad relevante en nuestro sistema de gobierno que rige nuestro país.

Publicado el 19 de marzo del 2019, por Francisco Hurtado Delgado.

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