PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

Hoy inician dos periodos clave. Por un lado, el del proceso electoral 2023-2024. Por otro lado, el primer periodo del tercer año legislativo del Congreso local.

Convocados para el acto protocolario, los representantes de los partidos políticos con registro vigente en la entidad tendrán la oportunidad de fijar una postura frente a los retos que encara el estado de Morelos en todos los ámbitos de la vida pública.

En otros tiempos, la representación partidaria en el Consejo General del árbitro electoral, particularmente de los institutos políticos de la oposición, era ocupada, al menos temporalmente, ya bien para que el líder estatal enviara un mensaje claro y contundente o para que alguno de los personajes representativos de su organización hiciera los planteamientos correspondientes.

Hoy, dado el pronunciado declive del nivel, de la calidad de los políticos que representan a los partidos, poco se espera de ellos. Aunque quizá podamos ver alguno que aproveche la valiosa oportunidad de hacer los señalamientos a un régimen que ha colocado a la entidad entre las peor evaluadas entre todas las del país y asuma, públicamente, el reto de ofrecer a los ciudadanos opciones para mejorar la penosa situación que venimos padeciendo.

Sin embargo, insisto, aunque las posibilidades de que eso suceda son mínimas, estaremos al pendiente de quién dice qué en esta sesión que debería tener mayores contenidos que los meramente protocolarios.

Por cuanto al Poder Legislativo, dará inicio el último año de ejercicio de los actuales diputados, manteniéndose conformados dos bloques. Uno de quince y otro de cinco. Los primeros, hasta el momento, definidos como el contrapeso del Poder Ejecutivo que ha logrado mantener el equilibrio y evitar la concentración de las decisiones, así como los abusos, en especial, con relación al manejo presupuestario y la designación de funcionarios públicos en áreas clave de la administración.

A pesar de los esfuerzos del neomorenista, Ulises Bravo Molina, delegado especial en funciones de presidente estatal del partido guinda, no ha logrado convencer ni comprar a las y los diputados que han seguido firmes en su postura de hacer valer sus facultades constitucionales, en lugar de someterse, como sucedió por décadas, a los designios del ejecutivo en turno.

El último intento que llevó a cabo el medio hermano del gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo, el pasado miércoles por la noche, fracasó. Sí acudieron a su llamado para verse en un salón privado de un exclusivo restaurante cercano al centro de Cuernavaca. Sí lo escucharon. Pero no se comprometieron, no cedieron a las pretensiones de imponer a una nueva coordinadora del grupo parlamentario ni a abandonar el G-15.

Así arrancan los periodos en ambas instancias. Ojalá que quienes tienen voz en estos procesos no participen en calidad de convidados de piedra y se den cuenta de la enorme responsabilidad que pesa sobre sus espaldas.

Y para iniciados:

Este domingo, día de fiesta para los formadores del Frente Amplio por México, que llevará como candidata a la presidencia de la República a Xóchitl Gálvez Ruiz. En lugar de consulta decidieron llevar adelante la primera movilización popular, ya con Xóchitl como abanderada. Y también día de estrés para Claudia, Marcelo y sus respectivas huestes. Aunque está cantado que las preferencias apuntan hacia Sheinbaum, los demás siguen teniendo su vela encendida, sobre todo, después de saber que Andrés Manuel López Obrador exigió que los resultados de las encuestas se los entreguen primero a él y ya después les dirá quién ganó. ¿Así o quieren más democracia al estilo lopezobradorista?

¡Ah¡, y sólo por no dejar, hoy de nuevo a escuchar el mismo informe presidencial que las veces anteriores. Lopezobradoralandia, el histórico gobierno de la simulación y la mentira. 

La información es PODER!!!

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